18 sept 2011

CRISTIANISMO REFORMADO Y EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO EN LACIENCIA OCCIDENTAL MODERNA

Del pecado original al Empirismo utilitario británico de los siglos XVII y XVIII
Andrés Monares



“...si alguno creyere, por la visión e inquisición de estas cosas sensibles y materiales, obtener la luz necesaria para descubrir por sí mismo la naturaleza o voluntad de Dios, entonces sí que estaría corrompido por vana filosofía” Francis Bacon, filósofo británico

“Aunque Dios no necesita de ninguna de nuestras obras, lo que es materialmente bueno le place, pues exalta su gloria, y redunda en el beneficio nuestro y de otros, lo que a Él le agrada” Richard Baxter, teólogo puritano

Presentación

Es una creencia generalizada, de los ambientes no especializados y hasta de los académicos, afirmar para Occidente la existencia de una contradicción entreCristianismo y Ciencia: el avance del conocimiento amenazaría la autoridad teológica y eclesiástica de las diversas iglesias. Los científicos históricamente habrían dado una lucha contra ese dogmatismo y represión en pro de la autonomíade la Ciencia. La búsqueda metódica de la verdad sería por definición una actividad profana y lo mejor es que se lleve a cabo en un ambiente de ese tipo.

La consecuencia del enfoque cientificista descrito, es que deja caracterizada a la Ciencia como una actividad ahistóricay acultural. Respondería sólo al deseo de conocer lo más verdaderamente posible y no tendría contexto ni influencias ideológicas. Visto así, sería un método intrínseco a Occidente que sólo tiene ejecutores. Sin embargo, cabe preguntarse si puede una actividad humana no haber sido desarrollada por personas. Cuando se contesta esa obviedad, surge de inmediato su corolario: aquellas vivieron en una determinada época y lugar con su particular cultura.

En el caso de la Ciencia moderna, esas personas fueron británicos de los siglos XVII y XVIII que eran portadores de una cultura empapada de religiosidad, en específico de calvinismo. La ciencia que elaboraron responde a una específicaconcepción teológica de la razón, por la cual determinaron qué conocer, cómo y paraqué. En otras palabras, aquí se expondrán los principios dogmáticos con que se abordó el problema del conocimiento, el procedimiento de investigación a que dieron lugar y algunas de sus consecuencias vigentes hasta el día de hoy.

Ponencia presentada en las “Quintas Jornadas Rolando ChuaquiKettlún: Matemática y Filosofía”,23 y 24 de abril de 2003, Santiago de Chile. Publicada en: Revista de Filosofía, Año 3, Nro. 1, 2004.Departamento de Filosofía, Centro Teológico de la Universidad Católica de la SantísimaConcepción. Concepción. ISSN 0717-7801.

Antropólogo. Profesor del Departamento de Estudios Humanísticos de la Facultad de Ciencias

Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.2

Dios y ser humano en el Calvinismo

Para comprender cómo se elaboró una filosofía natural desde principiosreformados, en primer lugar se debe realizar una breve exposición de la teología deJuan Calvino (1509-1564). Particularmente, es importante revisar su doctrina acercadel infinito y manifiesto poder de Dios; y, sobre el pecado original y sus consecuencias enla humanidad.

La premisa básica desde la cual elabora el autor su sistema religioso, es la caracterización de un Dios Todopoderoso; de hecho, afirma que la propia divinidad querría ser reconocida como tal. En términos teológicos, la define comoAbsolutamente Soberana: por su voluntad y poder absolutos creó el universo y predeterminó todos sus acontecimientos y a todos los seres desde la eternidad; y, por su Providencia Absoluta lleva a cabo sus deseos de forma constante, en lo general y particular. Esta actualización providencial de su voluntad sería la prueba de que Dios no sólo tiene un designio, sino que Él mismo hace que se cumpla; con lo que se demostraría su verdadera condición divina.

En segundo lugar, con respecto al pecado original Calvino sostuvo que su resultado fue la total corrupción del género humano. De ahí que la razón se vio afectada y “está presa por tanto desvarío, y sujeta a tantos errores”: “no podemos decir que nuestro entendimiento esté sano y perfecto, cuando es tan débil y está tan envuelto en tinieblas”. O sea, los individuos estarían marcados por una incapacidadinherente, por la cual no sería posible acceder al “puro conocimiento de Dios, la regla de la verdadera justicia y los misterios del reino celestial”. Según el reformador, la razón deberá acotarse a lo que sí está a su limitado alcance: lo terrenal. 

En virtud de su impotencia para conocer las “cosas celestiales”, de su incapacidad para cooperar en modo alguno a su salvación y por el extremo carácter teocéntrico del calvinismo, lo que le corresponde a los fieles es glorificar a Dios. Laconducta individual, en cada esfera de la vida, se convierte en un canal para obedecer ese imperativo: la existencia será una experiencia ascética. De ahí que cada cual tenga que cumplir una “vocación”, como misión terrenal determinada por la divinidad.

La revolución puritana y la Ciencia

En Gran Bretaña desde fines del siglo XVI, de manera consciente o no, los miembros de las diversas confesiones cristianas no católicas vivieron su religiosidad, mística y práctica, en función de la misma raíz dogmática. Ya para el siglo XVII todas esas iglesias formaban parte del llamado “movimiento puritano” al compartir una similar “actitud común del espíritu y el modo de vida”, fundada e “una doctrina de la naturaleza de Dios y el hombre” de origen calvinista (Merton1984. Tawney 1959). La creciente importancia que desde fines del siglo XVI empezó a cobrar el puritanismo, tuvo como efecto una profunda e intensa influencia en la historia e instituciones de la Gran Bretaña y en su pueblo (Trevelyan 1984a y 1984b. Belloc 1951 y 1971. Paterson 1901).

La Ciencia en sí (como idea o conjunto de supuestos), la actividad científica y la aplicación práctica del saber no estuvieron ajenas a la revolución religiosa. Tanto el espíritu del movimiento como sus bases ideológicas tuvieron una determinanteinfluencia en aquellas. A tal nivel se sintetizaron de manera férrea la doctrina y actitud puritana con todo el ámbito científico, que se llegó a hablar de un “fenómeno peculiarmente inglés, la santa alianza de la ciencia y la religión [reformada]” (Trevelyan 1984a).

De esa forma, a pesar de la negativa opinión de Calvino sobre la investigación y las especulaciones racionales, igualmente los filósofos naturales puritanos elaboraron y legitimaron un particular proyecto científico con aspectos de la teología del reformador. Quisieron demostrar por medio de sus investigaciones que Dios ejercía un absoluto dominio del universo. Pero, como aceptaban la limitación de la razón para alcanzar lo divino, consideraron a la actividad científica como expresión del ascetismo o la “vocación” individual: sólo buscaron la aplicaciónpráctica del conocimiento (Merton 1984). Lo que además era una forma de cumplir el mandato bíblico “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla” (Gn1, 28).

No obstante, más allá de la fanática devoción del pueblo británico, también hay que considerar que desde ciertos sectores profanos y desde el Estado, las concepciones y actitudes puritanas fueron funcionales a sus intereses en la industria, el comercio y hasta en lo militar. Los aspectos mundanos antes rechazados por la moral tradicional o medieval, ahora se legitimaron y potenciaron gracias a la piedad puritana (Espoz 2003).

Filosofía Natural Puritana: Teología Empírica y aplicación del saber

Francis Bacon (1561-1626) fue quien primero habría realizado una síntesisconsciente entre ciencia y cristianismo reformado. Su propuesta se basa en elprincipio dogmático aceptado por los puritanos para abordar el problema delconocimiento: la incapacidad de la razón. Desde ese fundamento, aquella sirve paraciertos objetivos, pero no para alcanzar lo divino. Pues, “sobre la base de losconocimientos humanos cualquier certeza o convicción relativa a las cuestiones defe, no es, a mi juicio seguro”. Pretender acceder a esos misterios por vía racionalsólo sería una indudable muestra de estar “corrompido por vana filosofía”.

Para el autor, a lo que sí se puede acceder de la divinidad por medio de laactividad científica es a sus “obras y creaturas”. Lo cual se hace a fin de corroborar enellas su existencia y sus atributos (“poder, providencia y bondad”). De esa manera, elestudio empírico de las “causas segundas” o fenómenos naturales, llevaría acomprender su “dependencia” de la Providencia como “causa suprema”: “Dios noobra nada en la naturaleza sino a través de causas segundas”1. De ese modo, lejos dellevar al ateísmo, la investigación científica sería un apoyo de la religión (reformada)ya que demostraría que todo evento es un efecto de la Providencia2. La ciencia quedadefinida como la actividad que (sólo) reconoce a la divinidad en lo empírico, en losdatos del mundo. Es una Teología Empírica (Monares 2002a).

Luego, la creencia de Bacon en la incapacidad del conocimiento, junto a laobligación de alabar a Dios, lo lleva a proponer la aplicación del saber. Puntualmente,utiliza el término “caridad” para identificar la forma de hacer ciencia que(manteniendo la fe y alejando la vanidad) tiende al beneficio humano y la hace grata aDios. De esta postura caritativa a la que se suma el mandato bíblico de someter laCreación, desarrollará su proyecto religioso científico-tecnológico que busca elbienestar de los individuos. Esa es su gran restauración: recuperar el dominio deluniverso que los humanos perdieron por el pecado original. He aquí el devotosentido de su sentencia “el conocimiento es poder”. Como puritano, utilizando lostérminos de Calvino, postula que la “inteligencia de las cosas terrenas” debíaaplicarse a lo terrenal y las “artes mecánicas” eran las indicadas para procurarse lo“útil y provechoso” a la vida presente.3

1 “...la providencia de Dios no se nos descubre y manifiesta de ordinario, sino acompañada yencubierta con los medios con que Dios en cierto modo la reviste” (Calvino 1988: 139).

2 “En cuanto a las cosas inanimadas debemos tener por seguro que, aunque Dios ha señalado a cadauna de ellas su propiedad, no obstante ninguna puede producir efecto alguno, más que en cuanto sondirigidas por la mano de Dios” (Calvino 1988: 125-126).

3 El reformador había insistido en que la naturaleza debía ser puesta al servicio de la comodidad de lavida: “...nos esforzaremos por conseguir lo que nos parece útil y provechoso, en la medida en quenuestro entendimiento lo comprende”; “el mundo ha sido creado para el hombre” y en el “uso de lascosas terrenas” hay que considerar ese “fin para el cual Dios las ha creado”; y, como

Con posterioridad, en la segunda mitad del siglo XVII, el tipo de filosofíanatural y de actividad científico-tecnológica religiosa que configuró Bacon, originó laReal Sociedad (RS). Esta fue una agrupación científica de origen y metas puritanas,fundada en 1660, en que la gran mayoría de los miembros eran reformados ycompartían el “espíritu puritano” (incluso no pocos eran clérigos). En la propiaCarta de su constitución quedó establecida como su meta buscar la “gloria delCreador y el alivio del estado del hombre” (Merton 1984).4

Su presidente por más de veinte años fue Isaac Newton (1642-1727), quiencompletó y mejoró la teología empírica de Bacon al agregarle la matemática y lamedición. De esa manera, estructuró la filosofía natural que se utilizaría enadelante: la ciencia experimental moderna5. Así, para los teólogos empíricos de la RS,la investigación en el marco establecido por el puritanismo era una forma deensalzar a Dios al corroborarse su existencia y Soberanía Absoluta por el estudio delmundo, sus fenómenos y criaturas. Continúan preocupados de reconocer laexistencia y los atributos divinos; mas, al asumir la premisa reformada acerca de laincapacidad del entendimiento, siguen sin intentar conocer las “cosas celestiales”.

En virtud de ese fundamento, dichos filósofos naturales persisten en buscarlo que sí estaría a su alcance: el alivio del estado de la humanidad. De esa forma,enfocaron su ciencia a lo útil. Complementada por razones de índole económica ypolítica, se legitimó definitivamente la tecnología al establecerse que la ciencia puradebía aplicarse a campos concretos como la agricultura, la industria, la navegación,la guerra, la medicina y la ingeniería, entre otras actividades. Se pensaba que sería laciencia la actividad que, a través de su aplicación técnica, entregaría la posibilidad dedominar el mundo a fin de lograr un progreso sostenido e ilimitado en el nivel de

“administradores de los bienes de Dios”, para cumplir ese mandato hay que actuar con “caridad”.Además, uno de los ámbitos que comprende la “inteligencia de las cosas terrenas” son las “artesmecánicas”. 

4 Esta sociedad agrupó a los filósofos naturales británicos más prominentes de la época, entre quienesse puede nombrar a Thomas Sprat, Robert Boyle, John Wilkins, John Ray, Francis Willughby,Nehemías Grew, John Wallis, Jonathan Goddard, William Petty y Joseph Priestley.

5 Newton acepta la Soberanía Absoluta de Dios: “un dios sin dominio, providencia y causas finalesno es nada más que hado y naturaleza”. También, que no es posible conocerlo de forma directa: “leconocemos tan sólo por sus propiedades y atributos y por las sapientísimas y óptimas estructuras ycausas finales de las cosas”. De dónde, finalmente, asume la teología empírica al señalar que en sufilosofía natural “corresponde hablar [de Dios] a partir de los fenómenos”. Al comprender que suempeño fue religioso, cobra sentido el que su discípulo y editor exprese que sus Principiosson un“formidable castillo contra los ataques de los ateos”.


Bienestar humano6 (Trevelyan 1984b. Merton 1984. Mason 1985. Noble 1999).


Comentario

La ciencia como se le conoce hoy es un rasgo cultural particular que surge y sedesarrolla en Gran Bretaña desde fundamentos religiosos puritanos. Durante los siglos XVII y XVIII se entendió según Bacon, que la “filosofía natural” (contemplación de la naturaleza)debía guiarse por la “teología natural” (contemplación de los divinos atributos deDios en la naturaleza). Esa relación religiosa estructurará tanto la filosofía naturalpuritana, como lo que se podría llamar un ascetismo científico puritano. 

La voluntad de Dios es ser reconocido por su infinito poder y consecuentementeser alabado. No se puede elevar el conocimientomás allá de lo terrenal o empírico: esta es la teoría del conocimiento que se propone yel verdadero carácter del Empirismo británico del siglo XVII.9

Respecto a lo que parece un altruista fin, hay que hacer notar que la teoría de la predestinación deCalvino legitimó religiosamente la particular cultura británica de la desigualdad y la exclusión. Deahí que humanidad sea un concepto restringido a los británicos; y, dentro de ellos, a las clasesposeedoras de patrimonio.

Precisamente, la Revolución Industrial sería la piadosa consecuencia y/oculminación lógica de esa ciencia que dejó de lado la búsqueda de la verdad yse enfocó a la utilidad (Espoz 2003)10. En el ambiente pletórico de espíritu puritano yde ambiciones comerciales de los siglos XVII y XVIII, el Capitalismo occidental serelacionó perfectamente con la pretensión religiosa de aplicación del saber.11

Desde esa perspectiva doctrinal, el industrialismo no era un proyectotecnocrático y economicista profano; pues, tanto la ciencia como su aplicacióntecnológica eran consideradas ámbitos para desarrollar una conducta que realzarala gloria de Dios. Entre los calvinistas la ciencia ha sido hasta hoy relacionada a latecnología y siempre dentro de su marco religioso.

Comoactual baluarte de la tradición anglosajona, los dogmas reformados sematerializaron allí en una ciencia-tecnológica y un ascetismo científico. En dicha naciónen que “la mentalidad evangelista fue paralela a la tecnológica”, “las revolucionescientífica e industrial siguieron al despertar del renacimiento religioso”:“Quizás el lugar en el que es más evidente esta conexión entre religión ytecnología es Estados Unidos, donde una fascinación popular sin equivalentepor los avances tecnológicos se conjuga con una expectativa ferviente en elretorno de Jesucristo. Lo que la mayoría de observadores suelen ignorar. 

También se daría enlos Estados Unidos habitualmente acerca de estos fenómenos es que ambas obsesiones, confrecuencia, son mantenidas por las mismas personas, y que muchas de ellasson precisamente tecnólogos” (Noble 1999: 17).Como de manera documentada expone el autor de la cita, ese fanático ímpetucientífico-tecnológico de bases cristianas, muchas veces desconocido en losambientes académicos latinoamericanos, se manifiesta de forma explícita a nivelindividual e institucional. Se encuentra en ámbitos tan diversos y relevantes comoel desarrollo de armas atómicas, la exploración espacial, la inteligencia y la vidaartificial, la ingeniería genética y el genoma humano12. De hecho, Estados Unidos esel mejor ejemplo de la síntesis ideológico-práctica de desarrollo tecnológico para eldominio (incluso político) del mundo13. Los avances en diversas áreas y la barbarietecnológica sin contrapeso que es capaz de desatar a nivel planetario en el ámbito dela guerra no dejan lugar a dudas. Por eso, en estos tiempos enque ha quedado manifiesto en el mundo el poder unilateral y fuera de todo controlde quienes dominan la tecnología, es urgente reflexionar acerca de las consecuenciasdel modelo científico-tecnológico anglosajón.

Entonces, la constatación de las particularidades culturales del proyectocientífico-tecnológico moderno debe conllevar una reflexión crítica. Más todavía alos latinoamericanos, quienes no pertenecemos a la tradición anglosajona que sefundamenta en la creencia en la Soberanía Absoluta de Dios y la impotencia12 Calvino y Bacon proponen al ser humano como administrador de la Creación: los“cristianos moderados” para preservarla y protegerla; y, los “evangelistas fervientes” para sudominio y mejoramiento. 

La relación entre teología y ciencia-tecnológica que pareciera una discusiónfilosófica limitada al aislado y aséptico ambiente de las aulas, a todas luces no lo es. La tecnología es una gran herramienta para mejorar la vida humana. Sinembargo, si no está dirigida por otro criterio que no sea el de la mera utilidadconsiderada como fin en sí, se continuará con la instrumentalización radical de todocuanto existe en el universo, incluyendo al hombre. Del mismo modo, debeperseguirse como principio consciente en lo teórico y práctico que sus avanceslleguen en realidad a toda la humanidad y tengan resultados benignos para todos.



Posteado por: ANDRADE UBALDO ITZIAR MICAELA, CORTES CABAL CECILIA

1 comentario:

Katya M- Arzate dijo...

Ok muy interesante este tema hay mucha tela de donde cortar. De eso hablamos de buenos temas para debatir. Voto por CRISTIANISMO REFORMADO Y EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO EN LACIENCIA OCCIDENTAL MODERNA