26 oct 2011

PNL y educación. Creencias y metáforas

Creencias
Las creencias son los componentes que determinan cómo damos significado a los eventos que suceden a nuestro alrededor. Son todos aquellos juicios o evaluaciones acerca de nosotros mismos, los demás y el mundo a nuestro alrededor que se relacionan con la pregunta “¿Por qué?”.
En términos de PNL, las creencias se consideran generalizaciones sobre las causas, los significados y los límites.

Funcionamos en base a creencias
Todos nosotros funcionamos en base a las creencias que sostenemos, y también lo hacemos en nuestra labor como educadores. Esta es una lista de creencias sobre la educación. Comprueba con cuáles estás más de acuerdo y con cuáles no:
* La letra con sangre entra.
* Para enseñar algo, lo mejor es ir paso a paso y avanzar poco a poco hasta dominar el tema.
* Se educa más con lo que se hace que con lo que se dice.
* Si haces las cosas con cariño, seguro que se acaba educando bien.
* Es importante establecer las normas y ser estricto en su cumplimiento.
* La atención, la concentración y la disciplina son esenciales a la hora de poder enseñar algo.
* Se educa mejor en grupo.
* Es mejor un educador involucrado con una técnica pobre que un educador más distante con una buena técnica.
* A veces el educador tiene que enseñar cosas que el educando no puede entender para qué sirven, aunque más tarde lo entienda.
* No cualquiera puede educar, es necesario poseer ciertos conocimientos que te indiquen cuál es la mejor manera de hacerlo.
* Para enseñar contenidos, no es necesario dominar la materia, basta con saber más que los alumnos sobre ella.

¿Has encontrado frases con las que estás de acuerdo? ¿Y otras que hacen que te rechinen los dientes al leerla? Entonces estás identificando tus propias creencias, en el primer caso, y creencias opuestas a las tuyas, en el segundo. Recuerda, en PNL no hablamos de creencias correctas o incorrectas, sino de creencias eficaces o ineficaces para obtener un resultado deseado en un contexto determinado.
En PNL sabemos que las creencias que un individuo tiene filtran la percepción de la realidad y marcan el comportamiento. Si realmente queremos ser eficaces, necesitamos escoger un conjunto de creencias potenciadoras para educar.
A veces se sugiere que los educadores deben asumir un conjunto concreto de creencias “correctas”. Esto asume que realmente existe el conjunto correcto (si lo hay, ¿a qué tanta discusión?) y que diciendo a los educadores lo que deben hacer, estos lo van asumir sin más (¿?).

Resumiendo…
No podemos cambiar a la otra persona, sólo cambiar nuestras conductas. Mi interpretación de los hechos o de las intenciones del otro (mis creencias) determinan mis conductas.
Supongamos dos profesores en la sala al inicio de curso, repasando los alumnos que pasan de curso: “Amagoia es una cría muy aplicada… cuidado con Unai, es un alborotador…” ¿están compartiendo hechos o creencias?

“Dar la vuelta a la tortilla”, “coger el toro por los cuernos”, “bajarse un archivo de internet”… son expresiones habituales que contienen metáforas. Estas metáforas son mucho más que una forma de “dar colorido” (otra metáfora) al lenguaje para que sea más interesante, además muestran una porción del modelo del mundo que tiene el hablante.

Según algunos autores, las metáforas son los procesos que utilizamos para construirnos los significados de nuestras experiencias. Dicho de otra manera: no podemos pensar si no es en metáforas. Codificamos todas nuestras experiencias, lo que vemos, oímos y sentimos, en metáforas y las usamos como guías para nuestro comportamiento.
Las metáforas en la educación
Los educadores no somos diferentes en esto. Cuando hablamos de nuestras relaciones educativas, las metáforas aparecen por doquier:
* Esta clase es una jaula de grillos.
* Educar es como sembrar en un campo.
* Los hijos te los llevas puestos hasta que se van de casa.
* Vamos a presentar los conceptos pieza a pieza hasta completar el puzle.

En su libro “Metáforas de la vida cotidiana”, Lakoff y Johnson afirman:
“Las metáforas pueden crearnos realidades, especialmente realidades sociales. Una metáfora puede, por tanto, ser una guía para acciones futuras. Estas acciones, por supuesto, encajarán con la metáfora. Esto reforzará a su vez la fuerza de la metáfora para hacer la experiencia coherente. En este sentido las metáforas pueden ser profecías de auto cumplimiento”.
Supongamos que Óscar entra en la sala de profesores diciendo “Mi clase es una jaula de grillos” después de un día de actividad frenética, ruido y desorden por parte de los alumnos. En vez de describir los sucesos y acciones que han ocurrido, Óscar pronuncia “jaula de grillos”. Y todo el mundo lo entiende.
Si hubiera utilizado, en cambio, la expresión “Mi clase es como un hormiguero”, el foco de atención habría cambiado. La actividad frenética que se describe tiene un matiz de productividad, con los alumnos “trabajando como hormigas”. El hecho de que la metáfora inconsciente de Óscar sea una en vez de otra no depende de los hechos que hayan ocurrido en la clase, sino en la percepción de Óscar sobre estos hechos. izarki
Asociación vasca de PNL y DPH

Comentario:

En este articulo nos muestran muchas de las frases por las cuales realmente se rige la educación, al leerlo quizás muchos nos identificamos con algunas en cuanto a nuestra percepción de la educación y los docentes.

Por ejemplo yo en particular me identifique con las frases:
* “Para enseñar algo, lo mejor es ir paso a paso y avanzar poco a poco hasta dominar el tema.
* Se educa más con lo que se hace que con lo que se dice.
* Si haces las cosas con cariño, seguro que se acaba educando bien.
* Es mejor un educador involucrado con una técnica pobre que un educador más distante con una buena técnica.
* No cualquiera puede educar, es necesario poseer ciertos conocimientos que te indiquen cuál es la mejor manera de hacerlo.

Sin embargo esto es subjetivo ya que es mi percepción pero en la educación se requiere objetividad para lograr una educación universal, pero lamentablemente muchos docentes se dejan llevar por sus creencias y se niegan a cambiarlas ya sea porque estas mismas creencias han pasado a ser dogmas o simplemente porque les funciona el creer en ello.

Por ejemplo algunos docentes que realmente no estudiaron algo referente a la educación creen que basta con la presencia o saber un poco mas que los alumnos pero no la manera de enseñar siendo su clase tediosa puesto que enseñan a la manera que ellos entienden pero no se enfocan en como transmitir el realmente lo que enseñan y sobre todo hacer que este conocimiento sea significativo para los dicentes.

Incluso dentro de este comentario me baso en mis propias creencias, por lo que cada quien debería analizar hasta qué grado se rige la educación por las creencias de las personas que tienen en sus manos el transmitir los conocimientos; no se lograra una educación de calidad si cada docente trabaja con sus propias creencias y los alumnos tienen que sobrellevar las contradictorias formas de trabajo de cada uno de sus profesores, de esta manera no se podrá formar en ellos una buena actitud crítica puesto que ellos mismos tomaran las creencias que mas les parezcan para seguir en un círculo vicioso en donde todas las personas tendrán creencias erróneas que mas tarden se podrán convertir en dogmas difícil de cambiar

Posteado por: Jesús Antonio Treviño, Jacqueline Juan e Israel Jimenes, Edith Adriana Dávila González y Ana Laura Martinez Azorín

Importancia del pensamiento racional en vida y ciencia

Usuario
Carreras Tecnológicas, Artísticas,
Educacionales, Médicas y Diplómate.
Por favor quisiera saber, Porque es importante el pensamiento racional en la vida cotidiana y en la ciencia?. 
Por favor al experto q me responda, le agardeceria q me mande una respuesta muy amplia, porque lo necesito para realizar una monografia. Muchas gracias d antemano.


Experto
Hola. La pregunta es un poco ambigüa. Supuestamente todo pensamiento es racional, pensamiento y racionalidad o razón son sinónimos. La razón, la mente, el pensamiento, el espíritu, (como llamaba Hegel a la razón), la filosofía, son lo mismo. No es que pueda existir un pensamiento irracional, lo irracional es opuesto al pensamiento o a la racionalidad. Lo que existen es diversos tipos de pensamiento y, por lo tanto, de racionalidad. Se pueden considerar por eso mismo, distintas racionalidades, por ejemplo, en Kant, con su razón o racionalidad pura y la razón practica, aunque las dos son la misma, ya que la razón práctica es razón pura práctica. La razón o el pensamiento o al racionalidad, o como la quieras llamar, es una, peros sus dimensiones son muchas. Actualmente se habla de racionalidad técnica o instrumental (en la que se incluye la racionalidad tecnico científica) y de racionalidad comunicativa (Habermas), no es que haya dos racionalidades, es que la dimensión técnica domina por encima de la humanística y del diálogo. El pensamiento no es algo puro, estrictamente abstracto, sino que procede de una dinámica social, por eso, el pensamiento es social a la vez que individual y dinámico. 
El pensamiento es importante en la vida y en la ciencia y en todo, porque los seres humanos vivimos en sociedad, pensamos igual que actuamos y actuamos como pensamos, somo seres racionales según la definición clásica griega (uno de los orígenes más importantes de nuestra cultura), y si bien, como han demostrado muchos científicos y filósofos, los seres humanos no somos solamente pensamiento y razón, es quizás, la dimensión racional la que mejor nos define, aunque no sea la única. 
Espero serte de ayuda, un saludo.

  

LOS COLEGIOS SE INCORPORAN KINECT EN SU CURRÍCULUM EDUCATIVO

Experimento Europa Press – sáb, 8 oct 2011 MADRID, 8 (Portaltic/EP) La Institución Educativa SEK ha anunciado que comienza este nuevo curso con la inclusión de Kinect para Xbox 360 en su sistema educativo. La institución ha asegurado que el proyecto está dentro de su concepción del alumno que pasa de ser consumidor pasivo a productor activo. En este sentido han destacado que la incorporación de nuevas tecnologías como Kinect permitirá al SEK realizar actividades que contribuyan a la formación integral de la persona.
La utilización de Kinect forma parte de la política de investigación de la Institución Educativa SEK a la hora de analizar cómo las nuevas tecnologías pueden favorecer nuevas dinámicas de aprendizaje y cuáles son las más idóneas para satisfacer las necesidades educativas actuales. Las nuevas actividades curriculares están integradas en las Unidades de Indagación de educación primaria y secundaria, de una forma interdisciplinar que abarca tanto las tareas realizadas en el aula, como en las clases de educación física y en los momentos de descanso en el patio.
A través del fomento del aprendizaje activo, estas dinámicas pretenden potenciar la comunicación, la cooperación y la implicación de los alumnos en la realización de la tarea. Desde la institución han asegurado que la inclusión de Kinect en el Currículum Educativo SEK permitirá añadir además dos factores claves: la motivación y el entretenimiento. Se facilitará así un proceso de aprendizaje que se espera que sea más eficaz donde los alumnos adquieran algunas de las habilidades del Siglo XXI como fomentar la iniciativa personal o aprender a comunicarse en diferentes lenguas.
Según una de las profesoras que llevarán a cabo el estudio, Encarna López, "se trata de potenciar una nueva forma de aprendizaje que puede emplearse como herramienta independiente y como complemento para ampliar conocimientos en campos tan distintos como los deportes, la música, el arte, el lenguaje de signos, la robótica y las 3D, entre otros".
El director de la división de entretenimiento y dispositivos de Microsoft Ibérica, Daniel Cervantes, ha señalado que "Kinect ha revolucionado la manera que de divertirse y entretenerse, y la inclusión en la actividad curricular dirá si también puede cambiar la forma de aprender y enriquecer la educación".
COMENTARIO:
Para comenzar quiero decir que las instituciones educativas SEK son colegios particulares desligados de la educación religiosa, estos institutos ofrecen una educación internacional que responde a las necesidades de los alumnos del siglo XXI.
Para los representantes de estas instituciones SEK lo más importante es mantener a la vanguardia su nivel educativo y nos muestran que la tecnología no tiene que estar para nada peleada con la educación, pues la tecnología es una herramienta que muchas veces facilita algunas funciones, pero también tiene desventajas, pues la educación no se trata de quien tenga mas tecnología, sino el mejor aprovechamiento aunque no sea con tantos recursos.
Los colegios SEK, pretenden avanzar conforme a las necesidades actuales de los niños del siglo XXI pero la verdad a un alto costo.
Desde nuestro punto de vista la educación ha avanzado a un paso rápido pero la manera en que el consumismo hace que se pierdan los valores y principios esenciales de educar, hace que a veces nos pongamos a pensar sobre qué es lo correcto.
Es cierto que el desarrollo de la tecnología ha permitido que se nos faciliten muchas cosas y abre puertas a todo el mundo pero en cuanto a educación se refiere en este artículo hay muchas más formas para fomentar el deporte y las actividades recreativas como la música, el arte, el deporte.
Sin duda la tecnología nos absorbe y a veces hace que en lugar de ser una herramienta sea un modo de vida en el cual sino estas actualizado no eres nadie.
Pero qué pasa con las personas de bajos recursos que no tienen dinero suficiente para poder ingresar a estas escuelas de actualidad?
Creemos que lo importante es conservar lo que nos hace humanos y de alguna manera adquirir lo indispensable que nos otorga la tecnología.
PREGUNTAS
¿Es necesaria la tecnología para poder realizar correctamente todas nuestras actividades?
¿En la educación es indispensable el uso de la tecnología?
ALUMNOS:
KARLA GABRIELA MARTÍNEZ MATUS
EDGAR VÁSQUEZ ORTIZ
ANA BELÉN ARAUJO MONTES DE OCA
STHEFFANY ZEPEDA GONZALEZ
ARNOLD ARTURO LÓPEZ GIL

El rol esencial de las creencias en la educación

¿Qué nos hace pensar y actuar como lo hacemos? Muchas veces nos encontramos emitiendo opiniones de lo que en otras ocasiones, tras una reflexión, no concordamos con ellas. En algunas ocasiones, nos damos cuenta de que no estamos seguros de lo que creemos sobre alguna cuestión controvertida; en otras, tenemos creencias muy sólidas sobre temas sociales importantes, sin estar conscientes de dónde emergieron esas creencias o por que las tenemos.
Este es un campo que ha adquirido mucha relevancia en las últimas décadas y que se ha integrado al ámbito de la investigación, especialmente por sus consecuencias. Tomemos por ejemplo a dos alumnos de una clase de álgebra que dialogan tras tener un examen o una prueba. Uno de ellos dice "bueno, yo no soy bueno para las matemáticas, porque en mi familia son todos pésimos para los números". En este caso, la creencia implícita es que el éxito en el manejo de los números es un tema genético. Ahora veamos la respuesta del otro alumno: "A mí, al principio me costaba, pero cuando comencé a asistir al laboratorio de matemáticas entendí bastante más y me ayudó a mejorar muchísimo". En el caso de este otro alumno, la creencia fundamental es que el éxito depende más del esfuerzo que de la habilidad, y que ésta puede variar en la medida que varía su esfuerzo.
En mi propia experiencia he asesorado a docentes para que administren el tema de las creencias como una plataforma básica para el aprendizaje. Desde el punto de vista sistémico, las creencias derivan desde la identidad, es decir, aplicado a este ejemplo, desde el quién soy que contiene en forma subyacente cada persona. Si la identidad es deficitaria, las creencias derivadas también lo serán como consecuencia de la determinación que ejerce la identidad sobre las creencias. Si un alumno se entiende a sí mismo como un "tonto", las creencias derivadas reforzarán esta actitud de "tontera" y, a su vez, dichas creencias ejercerán un impacto sobre las capacidades que crea tener cada individuo.
Por ello, es altamente recomendable que los docentes le otorguen importancia a este fenómeno. Es tanto o más importante que el estudiante comprenda y aclare sus teorías implícitas antes de proveer de conocimientos y estrategias. Una de las razones más poderosas para esto es que los estudiantes con distintas creencias implícitas difieren en cuanto a su voluntad para utilizar estrategias durante el aprendizaje. Otra razón poderosa es que las diferencias de creencias se manifiesta en distintos modos de pensar y razonar. Los supuestos ocultos o invisibles que subyacen en nuestro pensamiento y conductas ejercen una influencia y un impacto muy fuerte.
Si las estrategias actuales se orientan a las competencias, tal vez la más relevante es entender las propias creencias respecto a sí mismo, a qué es importante y qué no y por qué. Este es el primer paso para formar personas con pensamiento crítico y capacidad de autorregulación.
Planteo esta temática en el ámbito de la formación académica, pero quiero agregar que es un tema pertinente no sólo en este ámbito, sino que también al interior de la formación familiar, y en el ámbito laboral (especialmente cuando se está realizando capacitación directa o indirecta), en el coaching, en el proceso terapéutico, en la formación universitaria, en los círculos de calidad, en los programas de emprendimiento, en el manejo adecuado de personas "vulnerables", etc.
En términos muy breves:
El pensamiento crítico es ese modo de pensar – sobre cualquier tema, contenido o problema – en el cual el pensante mejora la calidad de su pensamiento al
apoderarse de las estructuras inherentes del acto de pensar y al someterlas a estándares intelectuales. Esto significa que:
Un pensador crítico y ejercitado:
· Formula problemas y preguntas vitales, con claridad y precisión.
· Acumula y evalúa información relevante y usa ideas abstractas para interpretar esa información efectivamente.
· Llega a conclusiones y soluciones, probándolas con criterios y estándares relevantes. · Piensa con una mente abierta dentro de los sistemas alternos de pensamiento; reconoce y evalúa, según es necesario, los supuestos implicaciones y consecuencias prácticas y
· Al idear soluciones a problemas complejos, se comunica efectivamente.
En resumen, el pensamiento crítico es auto-dirigido, auto-disciplinado, autorregulado y auto-corregido. Supone someterse a rigurosos estándares de excelencia y dominio consciente de su uso. Implica comunicación efectiva y habilidades de solución de problemas y un compromiso de superar el egocentrismo y socio centrismo del ser humano.
Por tanto, deben fomentarse y trabajarse las habilidades subyacentes para que la persona:
1. Provea de un propósito a su razonamiento
2. Defina con claridad si su razonamiento pretende explorar, explicar, preguntar, solucionar o resolver una cuestión.
3. Sea capaz de identificar los supuestos que sustentan su punto de vista, los justifique y a la vez determine cómo tales supuestos le dan forma a su punto de vista o lo determinan.
4. Sea capaz de perspectivizar sus puntos de vista y de identificar varias perspectivas, a la vez que evalúa con imparcialidad los distintos puntos de vista y perspectivas.
5. Sea capaz de recopilar y utilizar datos, información y evidencia.
6. Sea capaz de identificar conceptos e ideas clave.
7. Sea capaz de inferir como de interpretar para obtener conclusiones.
8. Sea capaz de examinar y evaluar implicaciones y consecuencias.
Por supuesto, podemos meternos en un ámbito anterior que subyace a todo esto y que tiene que ver con habilidades de orden cognitivo, el constructivismo que requiere la educación para desarrollar un pensamiento crítico profundo, etc. REFERENCIAS: http://miradasistemica.bligoo.com/content/view/137574/El-rol-esencial-de-las-creencias-en-la-educacion.html
COMENTARIO:
Según lo que acabamos de revisar en el artículo nuestra manera de ser o de actuar esta regida de cierta manera a la forma en como nos educaron en nuestros hogares. Pues es ahí donde adquirimos ciertas habilidades o defectos, pero lo importante es que no creamos o que nos quitemos esas ideas de que si en nuestra familia no hay alguien con cierta habilidad no quiere decir que nosotros nunca vamos a desarrollar esa habilidad. Solo es cuestión de que tengamos un poco de interés y actitud, y aun cuando pensemos que estamos en contra de lo que está establecido en nuestro contexto, no debemos detenernos pues esta la única manera de llegar a realizarnos como personas, pues es la única manera de ser felices, sin importar lo que diga la sociedad.
Durante nuestro desarrollo nos encontramos con situaciones tanto en el hogar como en la escuela; una de ellas es el hecho de que nos enfrentemos a un problema muy común el “buling” en donde se es castigado psicológicamente o físicamente, cuando es agredido psicológicamente se enfrenta a que es objeto de apodos, muchos de estos causan daño al agredido por que éste último se cree todo lo que dicen y comienza a cambiar su actitud. Para evitar este tipo de problemas debemos poner mucha atención en los niños y nosotros mismo evitar que se de esta situación en nuestras casas, pues es un daño que muchas veces afecta de por vida a la persona.
También es importante crear en las personas un pensamiento crítico pues este ayudara a discernir las situaciones o información que se le presente y con ello lograr que poco a poco se vaya construyendo una sociedad responsable y comprometida con el entorno.
POSTEADO POR: ANDRADE UBALDO ITZIAR MICAELA Y CORTES CABAL CECILIA

CIENCIA, EDUCACIÓN Y SOCIEDAD: UNA RELACIÓN COMPLEJA

Ciencia, educación y sociedad, tienen una relación estrecha y son factores determinantes para la competitividad y bienestar de un país, la educación superior representa un gran impulso para generar ciencia y tecnología, es conveniente precisar la diferencia entre ciencia y tecnología, la ciencia es un factor de cambio social y la tecnología es producto de la ciencia e instrumento de satisfacción de bienes y servicios. La trascendencia que tiene el apoyo gubernamental y privado para promover la investigación científica y conseguir el bienestar social, es fundamental. El acceso al conocimiento es un elemento básico para la competitividad de un país en el mercado internacional. Las naciones que dictan las políticas de mercado se sustentan en la ciencia, las empresas exitosas y que persisten, son aquellas que tienen tecnología propia. Los países con una deficiente articulación entre la ciencia y sociedad son entes dependientes y están a merced de las políticas neoliberales.
Es importante distinguir claramente a la ciencia de la tecnología y conocer lo que éstos significan para la sociedad, así pues la ciencia produce conocimientos, la ciencia juega un papel decisivo en la visión de los humanos, promueve cambios importantes como lo fue la Revolución Industrial del siglo XIX y la Revolución Informática. La tecnología es producto inmediato de la ciencia, la cual tiene como objetivo principal: generar bienes y servicios útiles a la sociedad. Viniegra sostiene la tesis: El desarrollo de la ciencia en nuestro país es un paso necesario para enriquecer nuestra cultura, permite a los ciudadanos desarrollar la habilidad de razonar y de resolver los problemas, además es un elemento fundamental para fortalecer la educación a todos los niveles.
La ciencia va más allá de lo comercial, la ciencia busca la comprensión entre los humanos. Las instituciones educativas son mediaciones básicas para vincular a la sociedad con la ciencia, son importantes porque es allí, donde se pueden producir la formación de investigadores que produzcan ciencia, la educación es un eslabón en la cadena entre el conocimiento y su aplicación a la sociedad. En conclusión,
para lograr el progreso de un país, es necesario: La generación del circulo virtuoso entre ciencia, tecnología y sociedad, que darán como resultado el bienestar común, a través de voluntad política y el financiamiento para la investigación y tecnología, factores fundamentales para un impulso sostenido y sustentable.
Podemos concluir, que aquellos países que invierten en investigación y producen tecnología tendrán entre otras cosas, un papel importante en el ámbito económico; los países que no inviertan en investigación científica no se desarrollarán económicamente y dependerán de las naciones que controlan el comercio mundial. Sin embargo, debemos de estar conscientes de que la tecnología no significa la felicidad para los hombres; la ciencia busca la razón y la verdad, en este orden de ideas, debemos de tener presente lo que menciona Viniegra: el desarrollo se mide como la capacidad que tiene una comunidad para organizarse para la generación del bien común y que ese bien se evalúa en las esferas de la salud, de la justicia y del disfrute de la belleza y el subdesarrollo sería la incapacidad de alguna comunidad para organizarse con el propósito de alcanzar el bienestar general.
CIENCIAS EN LA EDUCACION Y LA TECNOLOGIA
Hoy en día, enseñar contenidos CTS no resulta sencillo por la falta de preparación del profesorado en estos temas y la escasez de materiales curriculares e instrumentos de evaluación adecuados para llevar a cabo la enseñanza correspondiente. Centrándose en el primero de los problemas, este estudio compara las actitudes y creencias sobre los temas CTS del profesorado en ejercicio con las de futuros profesores en formación inicial. Sus respuestas a una selección de 35 cuestiones del Cuestionario de Opiniones sobre CTS (COCTS) se valoran con procedimientos de evaluación recientemente mejorados. Los resultados logrados por el profesorado en ejercicio son bastante parecidos a los alcanzados por los futuros profesores, tanto si se atiende a las diversas dimensiones abordadas en el cuestionario, como a las preguntas que componen cada dimensión. Esta semejanza se interpreta debido a la ausencia habitual de estos contenidos en la enseñanza de las ciencias experimentales en todos los
niveles del sistema educativo, lo que deja su formación en manos del currículo oculto o implícito y en lo que se transmite y divulga mediante la educación informal. En consecuencia, se aboga por la urgente inclusión explícita de los temas CTS en la formación inicial y permanente del profesorado, para que éste pueda estar en condiciones de contribuir más adecuadamente a mejorar e innovar la enseñanza de las ciencias con el fin de ayudar a todas las personas a conseguir una alfabetización científica y tecnológica más ajustada a sus necesidades. Palabras clave: educación en Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS), didáctica de las ciencias experimentales, actitudes y creencias CTS, evaluación del profesorado.
(El imaginario tecno utópico emergente y las creencias sobre las tecnologías en educación)
Algunos sostienen que las nuevas tecnologías estarían viniendo a renovar el paisaje escolar y a desarreglar los viejos procesos de escolarización; con lo que su incorporación en el sistema escolar podría revitalizarlo, superando la crisis de hegemonía de la escuela en la formación de sujetos.
También vienen a contribuir a reforzar un imaginario tecnoutópico emergente. Instalan la ilusión (presente en la historia de las comunicaciones) de que las redes tecnológicas producen una democracia directa, una comunicación social armoniosa y un mundo mejor; es decir, el sueño de que es posible re-ligar (con su carga «religiosa») la tecnología con la felicidad de la humanidad (Mattelart, 1995). Imaginario emergente que carga el remanente de un viejo imaginario dominante, que segrega a la tecnología de los procesos socioculturales y de los conflictos por el poder (Arendt, 1993), y que convierte al problema de la tecnología en un asunto de aparatos más que de operadores perceptivos y de destrezas discursivas; de modo que los medios y tecnologías aparecen como exteriores o accesorios a la comunicación, escamoteando el problema de las transformaciones en la cultura (Martín-Barbero, 1998).
Al interior del Sistema Educativo, según los mandatos político-educativos neoliberales, y también en las trayectorias prácticas más particulares que trabajan la incorporación de las tecnologías en las escuelas, se refuerza una especie de sentido preferente. Normalmente, los proyectos significan «tecnificar la educación», o bien «escolarizar la tecnología», y refuerzan a su vez creencias (que funcionan como prejuicios):
1. La primera creencia es la que anuda la incorporación de tecnologías en la enseñanza con el mejoramiento de la calidad de la educación. Este prejuicio ampliamente difundido condesa dos sentidos, al menos. En primer lugar, que la posibilidad de «hacer más rápido» que instalan las tecnologías en el quehacer educativo incide en el logro de competencias que son imprescindibles para acceder al nuevo mundo del trabajo. En segundo lugar, que por la vía de la inclusión de nuevas tecnologías en educación, por lo tanto, se logra una inclusión de los hombres en la sociedad actual (lo que contiene una perspectiva pedagógica no-crítica; Saviani, 1988).
Sin embargo, en los albores del siglo XXI nos encontramos con dos escenarios histórico-sociales que desafían a la educación: (i) un considerable número de analfabetos absolutos y funcionales en América Latina, como consecuencia del «único camino posible» y sus antecedentes que parece funcionar merced a situaciones crecientes de exclusión; (ii) una contradicción entre las posibilidad de alfabetizar tecnológicamente a nuestros pueblos y las condiciones de segmentación e injusticia social en que esa alfabetización ha de insertarse (lo que multiplicaría las situaciones de analfabetismo, exclusión social, selectividad e inequidad educativa). Es decir, asistimos a un tránsito compulsivo del analfabetismo lingüístico al alfabetismo tecnológico sin haber pasado por la alfabetización masiva y prolongada (Roncagliolo, 1997).
2. La segunda creencia es la del quiebre disciplinamiento distintivo de la escolarización y el crecimiento de la autonomía. Esto anuda a las nuevas tecnologías con los procesos de personalización, que significarían una fractura de
la socialización disciplinaria y la elaboración de una sociedad flexible basada en información. La autonomía, entonces, está desligada de imagen rigorista de la libertad, permitiendo el despliegue de la personalidad íntima y de lo privado, así como la diversificación de posibilidades de elección. Las nuevas tecnologías vendrían a des-dramatizar la relación educativa, por ubicar al educando frente a la máquina y al programa; lo que se articula con la creciente des-crispación de viejas posturas político-ideológicas, y con la reducción de la carga emotiva invertida en lo público y el aumento de las prioridades situadas en lo privado (Lipovetsky, 1990). El panorama se completa con las políticas de descentralización (que implican un descompromiso del Estado y un crecimiento de las iniciativas locales y regionales o particulares) y de autogestión (como sistema cibernético de distribución y circulación de información).
3. La tercera creencia es la que sostiene que con las nuevas tecnologías en educación se logra una mayor transparencia comunicativa. La tecnoutopía, al segregar la tecnología de la cultura, ha separado a la comunicación de los (confusos y opacos) procesos culturales, lo que ha contribuido a imaginar que es posible la construcción de redes de comunicación transparente. Así se ha reforzado la creencia de que la comunicación implica transparencia entendida como claridad, esto es, como lo contrario a la opacidad de los procesos socioculturales. El imaginario de transparencia proviene de por lo menos dos tradiciones que juegan como residuales en el escenario neoliberal (Huergo, 1997; 1999):
(a) La tradición representada en las propuestas de B. Skinner, en las cuales la información es el concepto clave, y el proceso de enseñanza y aprendizaje está condicionado por la eficacia en la transmisión de informaciones. ¿Cómo lograr esta eficacia en la transmisión de información?. Lo más efectivo para no perder información es el programa que está contenido en una máquina de enseñar.
(b) La tradición que encontramos en las propuestas de la UNESCO, orientadas por preocupaciones prácticas y políticas tendientes a desarrollar innovaciones en los métodos y las técnicas de enseñanza, como la incorporación de los medios y las
nuevas tecnologías; todo esto en el marco de la ideología desarrollista y funcionalista.
Pero la transparencia ha encontrado su límite. El «contrato» o «acuerdo» en base a la información ha demostrado su absoluta incapacidad humanizadora de las relaciones, de los encuentros, de la comunicación. Lejos de la armonía esperada, nos encontramos con el límite impuesto por una sociedad «depredadora» (McLaren, 1997) en la que las identidades se forjan violentamente, alrededor de los excesos en el marketing y en el consumo.
“En un mundo que evoluciona con rapidez, la educación científica y tecnológica es un instrumento importante para la consecución del desarrollo sostenible de esta sociedad globalizada”
CONCLUSION
Vivimos en una época de enormes transformaciones sociales, debidas en gran medida al desarrollo científico-tecnológico.
La educación debe preparar a las generaciones futuras para hacer frente a los problemas que plantean los progresos de la ciencia y la tecnología y para determinar qué aplicaciones serán beneficiosas y cuáles pueden ser nocivas. Asimismo, debe propiciar una “alfabetización tecnológica”.
La capacidad de generar conocimiento es reconocida como esencial, tanto para aprovechar el conocimiento universal como para producir innovaciones. De ahí que el fortalecimiento de los sistemas de ciencia y tecnología adquiera un papel fundamental en las políticas de desarrollo. Resulta necesario promover un desarrollo científico y tecnológico sólido y Sostenido, vinculado a un sistema educativo de calidad.
El impulso de la ciencia y la tecnología son aspectos fundamentales para el desarrollo de un país. México aunque ha buscado formas y mecanismos para impulsar el desarrollo en esta materia, no ha logrado dar avances importantes en
Estos rubros. Todo esto contribuye a la reflexión del papel de la escuela en la alfabetización científica y tecnológica de todo el estudiantado.
En síntesis, es de suma importancia incluir la alfabetización científica y tecnológica, en la educación, incluyendo la básica. Por ello, los docentes deben tomar consideración hacia la innovación pedagógica y el mejoramiento educativo.
PREGUNTAS

1.-¿La ciencia y la tecnología se podrán insertar completamente en la educación?
2.-¿Cuáles son los desafíos que enfrenta la sociedad para el desarrollo y ampliación del conocimiento?
3.-¿Qué acciones se deben tomar para, que los educacandos,puedan ser seres racionales con respecto a su realidad?

BIBLIOGRAFIA

1.-Viniegra, Gustavo. (2001) Ciencia, educación y sociedad. Anuario Educativo Mexicano: Visión Retrospectiva, Tomo I (Guadalupe Teresina Bertussi, Coord.). México, Universidad Pedagógica Nacional / La Jornada Ediciones. Pp.225-237.

2.- www.fusda.org/Revista10-6EDUCACION.pdf

CREENCIAS EN LA EDUCACIÓN MATEMATICA

En el sistema de creencias, abarcan en este trabajo como funcionan en cada persona, determinando así la manera en como se adecuaran para tener una visión de como se debe enseñar bajo un sistema de creencias, como enseña por parte del profesor. Dado que las creencia no se dan en un consenso, sino que las vemos como parte de nuestro pensamiento, es decir las adecuamos a como considero que el deber ser. Otra parte importante es que no guarda relación con el conocimiento formal.
Aterrizando a la enseñanza de las matemáticas, las creencias que se tengan brindaran una forma de enseñanza así como de aprendizaje, se aprecia la enseñanza de la disciplina como el principal proveedor de conocimientos al maestro. El cual con sus creencias actuara para impartir ese conocimiento, sea platónico o instrumentalista
El proceso de enseñanza aprendizaje de las matemáticas se ve influenciado por las creencias que, tanto estudiantes como profesores y la sociedad en general, tienen acerca del significado de esta disciplina. según la visión particular acerca de las matemáticas, se puede propiciar en los estudiantes diferentes tipos de aprendizaje que pueden ser memorísticos y algorítmicos o, por el contrario, aprendizaje que requieran del alumno un pensamiento creativo para enunciar conjeturas, aplicar de manera razonada la información, descubrir y, en general, construir su conocimiento.

Posteado por:
PEÑA VENCES DENI
GERALDO MORENO LUIS

COMENTARIO
Aquí se toca un punto muy importante y que se puede asociar a lo que algunos autores han dicho que puede ser uno de los mayores problemas que tenemos en el país con respecto a la educación de las matemáticas y que es el poco conocimiento acerca de las matemáticas que tienen muchos profesores de educación básica. Considerando que otros autores indican que los profesores de matemáticas tienden a enseñar matemáticas de la misma manera en las que les fueron enseñadas a ellos, y que la percepción predominante en las aulas ha sido de unas matemáticas estáticas que se deben aprender más no descubrir, entonces se entiende que los profesores no cuentan con los elementos necesarios, a nivel técnico ni de creencias, como para explorar alternativas orientadas a la didáctica basada en innovación tan necesaria para el descubrimiento matemático. Aunado a esto, está por supuesto las creencias de los estudiantes. Pero no hay que olvidar a los padres, ya que sus creencias influyen en una buena medida a lo que se espera que sea el aprendizaje matemático de los hijos. Entonces, una posible estrategia a seguir por parte del profesor, es establecer junto con los estudiantes y los padres, el marco de creencias y expectativas.
Dentro del sistema de creencias como se menciona, se denota claramente la relación docente-alumno y como diferentes factores contribuyen a la creación de este sistema de creencias, y como se van desarrollando preconceptos que nos permitirán la construcción de nuevos conocimientos ó la obstaculización para la construcción de los mismos. Me parece importante resaltar como a partir de las creencias surgen expectativas en el alumnos que deben se cumplidas de lo contrario se genera una desmotivación
ASI QUE MANOS A LA OBRA QUE LAS MATEMATICAS DEBEN DEJAR DE SER UN MISTERIO…………
Posteado por: PEÑA VENCES DENI
GERALDO MORENO LUIS

Tecnologías y educación. Interrogaciones desde la trama entre cultura y política Por: Jorge A. Huergo Fernández

SÍNTESIS
Deseo compartir con los lectores algunas reflexiones acerca de la relación entre las nuevas tecnologías y la educación. Más que certezas, lo que voy a poner en común son interrogaciones; interrogaciones que provienen del asombro y la indignación (por «asco y entusiasmo», como dice el poeta uruguayo Mario Benedetti), pero que a la vez son una invitación para pensar de manera colectiva. Por eso voy a esbozar tres itinerarios: el de las ilusiones, el de los desencantos y el de los desafíos.
La ilusiones
(El imaginario tecnoutópico emergente y las creencias sobre las tecnologías en educación)
Algunos sostienen que las nuevas tecnologías estarían viniendo a renovar el paisaje escolar y a desarreglar los viejos procesos de escolarización; con lo que su incorporación en el sistema escolar podría revitalizarlo, superando la crisis de hegemonía de la escuela en la formación de sujetos.
También vienen a contribuir a reforzar un imaginario tecnoutópico emergente. Instalan la ilusión (presente en la historia de las comunicaciones) de que las redes tecnológicas producen una democracia directa, una comunicación social armoniosa y un mundo mejor; es decir, el sueño de que es posible re-ligar (con su carga «religiosa») la tecnología con la felicidad de la humanidad (Mattelart, 1995). Imaginario emergente que carga el remanente de un viejo imaginario dominante, que segrega a la tecnología de los procesos socioculturales y de los conflictos por el poder (Arendt, 1993), y que convierte al problema de la tecnología en un asunto de aparatos más que de operadores perceptivos y de destrezas discursivas; de modo que los medios y tecnologías aparecen como exteriores o accesorios a la comunicación, escamoteando el problema de las transformaciones en la cultura (Martín-Barbero, 1998).
Al interior del Sistema Educativo, según los mandatos político-educativos neoliberales, y también en las trayectorias prácticas más particulares que trabajan la incorporación de las tecnologías en las escuelas, se refuerza una especie de sentido preferente. Normalmente, los proyectos significan «tecnificar la educación», o bien «escolarizar la tecnología», y refuerzan a su vez creencias (que funcionan como prejuicios):
1. La primera creencia es la que anuda la incorporación de tecnologías en la enseñanza con el mejoramiento de la calidad de la educación. Este prejuicio ampliamente difundido condesa dos sentidos, al menos. En primer lugar, que la posibilidad de «hacer más rápido» que instalan las tecnologías en el quehacer educativo incide en el logro de competencias que son imprescindibles para acceder al nuevo mundo del trabajo. En segundo lugar, que por la vía de la inclusión de nuevas tecnologías en educación, por lo tanto, se logra una inclusión de los hombres en la sociedad actual (lo que contiene una perspectiva pedagógica no-crítica; Saviani, 1988).
Sin embargo, en los albores del siglo XXI nos encontramos con dos escenarios histórico-sociales que desafían a la educación: (i) un considerable número de analfabetos absolutos y funcionales en América Latina, como consecuencia del «único camino posible» y sus antecedentes que parece funcionar merced a situaciones crecientes de exclusión; (ii) una contradicción entre las posibilidad de alfabetizar tecnológicamente a nuestros pueblos y las condiciones de segmentación e injusticia social en que esa alfabetización ha de insertarse (lo que multiplicaría las situaciones de analfabetismo, exclusión social, selectividad e inequidad
educativa). Es decir, asistimos a un tránsito compulsivo del analfabetismo lingüístico al alfabetismo tecnológico sin haber pasado por la alfabetización masiva y prolongada (Roncagliolo, 1997).
2. La segunda creencia es la del quiebre disciplinamiento distintivo de la escolarización y el crecimiento de la autonomía. Esto anuda a las nuevas tecnologías con los procesos de personalización, que significarían una fractura de la socialización disciplinaria y la elaboración de una sociedad flexible basada en información. La autonomía, entonces, está desligada de imagen rigorista de la libertad, permitiendo el despliegue de la personalidad íntima y de lo privado, así como la diversificación de posibilidades de elección. Las nuevas tecnologías vendrían a des-dramatizar la relación educativa, por ubicar al educando frente a la máquina y al programa; lo que se articula con la creciente des-crispación de viejas posturas político-ideológicas, y con la reducción de la carga emotiva invertida en lo público y el aumento de las prioridades situadas en lo privado (Lipovetsky, 1990). El panorama se completa con las políticas de descentralización (que implican un descompromiso del Estado y un crecimiento de las iniciativas locales y regionales o particulares) y de autogestión (como sistema cibernético de distribución y circulación de información).
3. La tercera creencia es la que sostiene que con las nuevas tecnologías en educación se logra una mayor transparencia comunicativa. La tecnoutopía, al segregar la tecnología de la cultura, ha separado a la comunicación de los (confusos y opacos) procesos culturales, lo que ha contribuido a imaginar que es posible la construcción de redes de comunicación transparente. Así se ha reforzado la creencia de que la comunicación implica transparencia entendida como claridad, esto es, como lo contrario a la opacidad de los procesos socioculturales. El imaginario detransparencia proviene de por lo menos dos tradiciones que juegan como residuales en el escenario neoliberal (Huergo, 1997; 1999):
(a) La tradición representada en las propuestas de B. Skinner, en las cuales la información es el concepto clave, y el proceso de enseñanza y aprendizaje está condicionado por la eficacia en la transmisión de informaciones. ¿Cómo lograr esta eficacia en la transmisión de información?. Lo más efectivo para no perder información es el programa que está contenido en una máquina de enseñar.
(b) La tradición que encontramos en las propuestas de la UNESCO, orientadas por preocupaciones prácticas y políticas tendientes a desarrollar innovaciones en los métodos y las técnicas de enseñanza, como la incorporación de los medios y las nuevas tecnologías; todo esto en el marco de la ideología desarrollista y funcionalista.
Pero la transparencia ha encontrado su límite. El «contrato» o «acuerdo» en base a la información ha demostrado su absoluta incapacidad humanizadora de las relaciones, de los encuentros, de la comunicación. Lejos de la armonía esperada, nos encontramos con el límite impuesto por una sociedad «depredadora» (McLaren, 1997) en la que las identidades se forjan violentamente, alrededor de los excesos en el marketing y en el consumo.
Los desencantos
(Las nuevas tecnologías en la educación y el reforzamiento posmoderno de la escolarización)
En las experiencias de utilización de la microcomputadora o computadora personal en educación evaluadas por una autoridad en la materia, como lo es Clifton Chadwick (1997), las que han tenido mayor éxito es en las que se estimula a los alumnos a escribir más y mejor en términos de caligrafía y presentación, con lo que se refuerza el «mito de la pulcritud» (Kusch, 1962) a través de la lógica escritural desprovista de la desprolijidad del borroneo. Los programas (software) generalmente utilizados son los que están centrados en la repetición y la aplicación, de base conductista. Incluso, los CD Rom más utilizados son los que hacen las veces de un «libro en pantalla», con algunas pequeñas variaciones en las
secuencias. Según dice Chadwick, después de más de 15 años de usos diversos de las microcomputadoras en situaciones educativas, no se han demostrado evidencias claras de que puedan cambiar significativamente la educación. De acuerdo con un informe luego de 8 años del uso de computadoras Apple en el aula (con el importante gasto que esto significó), los puntajes en pruebas indican que los alumnos estaban logrando tanto con las computadoras como sin ellas, y que los pocos que alcanzaban significativas mejoras, las hubiesen alcanzado del mismo modo sin las computadoras. El problema (sobre todo en la escritura y las ilustraciones con utilidades gráficas) parece ser que la técnica -además de secuestrar los horizontes educativos, anudando los avances tecnocomunicacionales con una educación mejor- está asociada con un mecanismo instrumental notablemente despojado de creatividad (cfr. Schmucler, 1994). De paso, se refuerza una confusión clásica en educación: la confusión entre técnica y práctica, lo que avala el afán de controlar todo, jugando a favor del tecnicismo educativo articulado con los modelos económico-políticos neoliberales.
Por otra parte, en algunas experiencias de Universidad virtual, el campus virtual está organizado según grupos de usuarios de distinto nivel: alumnos, tutores, docentes, coordinadores pedagógicos, autoridades de gestión. En el aula virtual hay espacios para «avisos de los profesores» (clases), para un «foro abierto» (donde interactúan los alumnos) y para «debates». Lo significativo es que a mayor jerarquía, existe mayor posibilidad de entrar y mirar lo que se produce en los espacios virtuales inferiores. De modo que la escolarización como disciplinamiento llega a niveles impensados en cuanto a las posibilidades de vigilancia y control en desmedro de la autonomía: ya es imposible pensar el aula como espacio de autonomía o contestación.
Finalmente, en algunas prácticas de «educación a distancia» se otorga mayor importancia a la gestión del programa que a la circulación de la palabra y la conformación de redes de comunicación. En ese sentido, se refuerzan a través de la centralización (hasta con formato de «taller») los dispositivos de vigilancia y control no sólo de lo que se planifica, sino de los procesos que se viven y de las producciones que se realizan. Muchos de los modelos de «gestión educativa de recursos humanos» tienen como base este tipo de reconstrucción panóptica piramidal, que pretende atenuar las posibilidades de conflicto y autonomía y, por tanto, planificar las prácticas según una tecnocracia en la gestión.
Otro problema es el de la producción de los software educativos. Una de las representaciones futurológicas acerca del salón de clases sostiene que ya no se trataría de un escenario con el docente parado frente a sus alumnos a la manera tradicional, sino que la estructura del aula también se vería afectada. El aula del futuro tendrá forma de círculo, de modo que el docente a través de un pizarrón electrónico podrá guiar la clase ocupando un lugar central en este espacio. Cumpliría el papel de un asistente virtual estableciendo nuevos vínculos con sus alumnos. Por su parte, los estudiantes estarán conectados a un sistema de red que los comunicará entre sí y con su docente. De esta manera, el proceso educativo se vería completo con el uso de novedosos softwareeducativos. Pero la mayoría del software proviene de Israel y Estados Unidos y están orientados al mercado estadounidense y traducidos al español; por eso, las supuestas «adaptaciones culturales» no son más que caracterizaciones estereotipadas producidas para el mercado. Con lo que se resignifica la temprana crítica de Saúl Taborda a la escolarización, como forma de trasplante de instituciones que contienen marcas de pugnas propias de los contextos en los cuales se han instituido.
Los lineamientos educativos oficiales (al menos a partir de la Reforma Educativa emprendida por los gobiernos nacionales y provinciales) refuerzan la producción de representaciones tecnoutópicas. Por un lado, se promueve la incorporación de las tecnologías a los conocimientos básicos en el marco de una proclamada «transformación» educativa. Pero la
«transformación» propuesta no toma en cuenta las condiciones concretas de la sociedad argentina, ni sus conflictos estructurales, ni sus contradicciones materiales, ni menos aún la situación de un sistema educativo profundamente segmentado. Más bien esa «transformación» está profundizando la segmentación, la discriminación y la selectividad. En realidad, se supone que la dirección «tecnocrática» de la sociedad será la garantía de una vida armónica, equilibrada y feliz (mucho de esta dirección está presente en las ideas de «calidad», «competencias», «eficacia», «eficiencia», «racionalidad en la gestión», etc.). Sin embargo, la presunta autonomía del imperativo tecnológico esconde su propia historicidad, el juego de intereses que lo ponen en marcha y las reglas de exclusión que operan sobre otros intereses.
La Reforma busca un impacto imaginario. Pero sus verdaderos intereses están siendo desnudados con su implementación. Por un lado, la enorme brecha que separa el discurso de los hechos se materializa en una escuela caótica e improvisada. La informática solo viene a "encajar" dentro de la estructura existente; en las representaciones de los docentes (Huergo y otros, 1998) parece que solo bastara con su incorporación y para que su sola presencia produzca efectos mágicos. El error se encuentra posiblemente en pensar que porque los medios tecnológicos estén allí todos tenemos que utilizarlos y de cualquier manera, sin tener en cuenta los diferentes contextos en los que nos movemos. Por otro lado, desmiente al discurso político educativo el hecho de haberse distribuido computadoras en muchas escuelas que carecen de energía eléctrica.
Los esfuerzos por «tecnificar la educación» no han hecho más que exacerbar la escolarización, ahora como cruzada posmoderna por «escolarizar las tecnologías». Muchos proyectos educativos tratan de controlar y usar los aparatos técnicos, lo que contiene la pretensión de conservar y reforzar la lógica escolar como portadora y guardiana de «lo culto», que conserva en el nicho escolar a «lo culto» y lucha en una cruzada posmoderna contra sus deformaciones. Es notable que el aura de «lo culto» no se pierde en los proyectos de tecnificar la educación o escolarizar las tecnologías, sino que la reproducción técnica reproduce, de paso, el nicho escolar. El mero uso de las tecnologías puede simplemente reproducir y reforzar perpetuando justamente aquello que ha puesto (entre otras cosas) en crisis de hegemonía a la escuela y a la escolarización. Esto es lo que hace de las tecnologías y los medios una nueva forma de «libro», que mantiene el esquema tecnocrático y disciplinario de transmisión de conocimientos. Por lo que lo importante no es tanto cómo transponer la clase en formato analógico o digital; el problema tampoco es el de otra cultura (la técnico-mediática) que como bloque actúa sólo paralelamente y contra la cual se deba emprender una guerra. De hecho se escamotea o ignora la cultura como complejidad y como pugna por el sentido, y se elude la pregunta por los desafíos o provocaciones a la escuela y por las respuestas pedagógicas frente a la revoltura cultural.
En este contexto, resulta notable cómo el uso de las nuevas tecnologías en educación no haría más que exacerbar las obsesiones pedagógicas modernas. Lo que la incertidumbre posmoderna pone en crisis, es reprimido y reordenado por las obsesiones que han sido incorporadas en las políticas, en el imaginario pedagógico y el discurso de los docentes (cfr. Carrizales Retamoza, 1993). Podemos señalar tres obsesiones pedagógicas que obstruyen la comprensión de las transformaciones culturales producidas a partir de los medios y las nuevas tecnologías pero, en un mismo movimiento, «escolarizan las tecnologías»:
· La obsesión por lo claro: lograr la claridad genera tranquilidad al espíritu y le proporciona tranquilidad y seguridad al poseer una certeza. Pero tener las cosas claras obstaculiza la búsqueda de interpretaciones distintas a las dominantes, a la vez que margina o silencia algunas actitudes del intelecto como son el interrogante, la confusión, la curiosidad frente a lo desconocido y la imaginación.
· La obsesión por la eficiencia, que se ha instalado en los discursos de la política educativa, vinculada con el rendimiento, la calidad (siempre entendida como cantidad), la productividad y la excelencia. Como obsesión, aparece en casi todos los programas de innovación educativa y de modernización, que se transforman en fetiches para los docentes, y ha contribuido a reemplazar la crítica por las ideas de capacitación (en este caso tecnológica) y actualización.
· La obsesión por la velocidad: la ciencia, la técnica y la cultura avanzan aceleradamente y la educación está rezagada con respecto al progreso; de allí se infiere que la educación requiere cambios tan acelerados como los que se viven en la revolución científico-técnica. Las políticas y programas de actualización se basan en esta idea de retraso de la educación. La obsesión por la velocidad ha contribuido al desfallecimiento de la reflexión como una actividad lenta y complicada frente a una realidad que se impone de manera evidente, y ante procesadores de datos que materializan el ideal de «hacer más rápido».
Los desafíos
(Interrogaciones y retos desde la articulación entre mediaciones culturales y pedagogía crítica)
Nuestra voluntad es la de comprender a Comunicación/Educación como la posibilidad de imaginar y producir el encuentro y cruzamiento entre la pedagogía crítica y las mediaciones culturales. En algunas investigaciones (cfr. Huergo y otros, 1998) hemos podido observar cómo las nuevas tecnologías son producidas y a la vez producen transformaciones significativas en la trama sociocultural. Entre ellas, señalaré las más notables.
La primera es la erosión del sentido de la historia por el desplazamiento de la memoria hacia el «archivo». A diferencia de una memoria histórica, el archivo carece de la libertad de que están tejidos los proyectos genuinamente históricos. En algún sentido, el reemplazo de la memoria por el «archivo» pone una facultad humana en la computadora (cfr. Bettetini y Colombo, 1995); y esto parece la realización del sueño pedagógico tradicional de una educación memorística, pero indultando a los sujetos del peso de una memoria sin sentido. Pero el reemplazo de la memoria por el archivo también puede ser la supresión o anulación de una educación para el pensar, soñar y crear que arraiga su sentido en otra memoria, que permite buscar, problematizar y elegir caminos diferentes: una memoria que no es acumulación de contenidos, sino que se teje como narración histórico-cultural.
La segunda es el creciente anudamiento entre los «hipermedios» y los «miedos» en la cultura urbana. La naturalización de los modelos económicos neoliberales ha ocasionado enormes costos sociales y ha necesitado de reforzamientos de la seguridad a distintos niveles. Hay dos situaciones o sensaciones de seguridad que se anudan con horizontes culturales de los sectores altos o medio-altos urbanos: (i) la seguridad que ofrece la escuela privada frente a la pública (que, como todo lo público, es de por sí insegura para el imaginario neoliberal) y (ii) la seguridad (en cuanto desmasificación y posibilidad de individuación) que ofrecen las tecnologías digitales, en cuanto se aproximarían a un autocontrol (e incluso a un autoaprendizaje). La sutura tecnológica (en el sentido de aparatológica) entre otras cosas puede interpretarse como una cura del miedo. Un miedo que recorre la vida urbana alimentando imaginarios de seguridad, y que entrecruza el «miedo a ser sí mismo» (Kusch, 1966) con el «miedo a los otros» (que son barbarizados) en las representaciones sobre la educación para el futuro.
La tercera es la refiguración del disciplinamiento de la sensibilidad. Si bien se ha producido un nuevo sensorium que desafía a la educación escolar, la desordena y la pone en crisis, porque revoluciona profundamente las formas de mirar y de leer, con las nuevas tecnologías la imagen adquiere un nuevo estatuto: se despega de lo estético y se inserta en el orden del cálculo: el número, el código, el modelo (Quéau, 1995). De manera que el cosmos estético,
el mundo de la sensibilidad y lo sensible, más que liberarse, parece perder su carácter (sensible) al ser ordenado (en el sentido de codificado) y subsumido por el cosmos eidético, aunque al revés de lo que fue en la ciencia positivista.
No se trata tanto, entonces, de modernizar el paisaje de las escuelas con aparatos sofisticados, sino de empezar a visualizar la trama densa, oscura y confusa de la comunicación en los espacios educativos en el contexto político neoliberal y, también, comenzar a imaginar puentes para comunicarnos. El soporte (en cuanto organizador material de un determinado sistema de sentido) no es la tecnología sino lo histórico-social; no son los aparatos tecnológicos (como nuevo «patio de objetos» en el paisaje educativo) sino la cultura (como trama del paisaje mismo). Sostener esta idea es volver a inventar la pedagogía popular en medio de la trampa neoliberal y de la globalizadora, que sólo habla de administración de recursos según la implacable lógica del mercado (como imperio de lo efímero y predominio de la moda; Schmucler, 1994). Entre otras posibles trayectorias a crear e imaginar, mi propuesta es reinventar dos pistas de la tradición pedagógica popular.
1. La primera pista se refiere al sentido del universo vocabular y del diálogo de P. Freire (1970) en el escenario cultural transformado por los medios y las tecnologías. El «universo vocabular» del otro tiene que ser entendido no sólo como el punto de partida del proceso formativo o educativo en general, sino como el campo de significación común y compartido. Un universo vocabular que (en un sentido más integral que lo meramente terminológico) nos abarca, nos incluye y nos contiene, y que debe entenderse como un tejido más amplio, y no sólo como la cultura mediática o la pugna entre cultura escolar y cultura mediática. Un tejido que debe entenderse como trama de significaciones (Geertz, 1987), como el conjunto de las formas de comprender el mundo y actuar sobre él. Un tejido que no tiene que entenderse en la forma de las «hibridaciones», si esto supone la existencia de dominios o islotes culturales previos y puros. Nunca una práctica cultural es inaugural, sino que es precedida y continuada o discontinuada por otras. Pero, además, los «universos vocabulares», en tanto dominios culturales, nunca han existido como islotes irreductibles a las resonancias de las voces que circulan en ese y en otros lugares y tiempos. Entonces: «conocer el universo vocabular» implica un esfuerzo sostenido por comprender el tejido de significaciones que conforman una cultura, y las refiguraciones de esas significaciones a partir de los medios y nuevas tecnologías.
Si la cultura es un tejido de significaciones y un campo de lucha por el significado, el diálogo significa la puesta en juego del lenguaje y la cultura que reflejan una pluralidad de voces, de valores y de intereses políticos que están en contradicción. Por eso la «comunicación dialógica» parte del reconocimiento del capital cultural de los sectores populares para promover una lectura(comprensión más acción) de/sobre el mundo. Es decir, parte de una noción constructiva del texto dialógico (Bajtin, 1982): todo texto se sitúa en la línea de encuentro de múltiples textos de los cuales es, a la vez, relectura, condensación, desplazamiento y profundidad; todo texto es un intertexto. El diálogo como hablar con (y no para o sobre otro) es una configuración interdiscursiva y, por consiguiente, un fragmento de la memoria colectiva: espacio de sedimentación de redes históricas; allí la comunidad habla y, en el mismo movimiento, es hablada (Piccini, 1999). Por lo que el diálogo como hablar con, no puede, aunque se quiera, quedar segregado de la tecnocultura. Los jóvenes y los niños hablan desde la cultura mediática (aunque también sean hablados, entre otras cosas, por ella); pero los adultos también hablamos de aquello que nos sugiere hablar la cultura mediática; aunque en ambos casos ese hablar entramado por la cultura mediática esté, a su vez, imbricado con otras «matrices culturales del habla».
2. La segunda pista alude a la recreación de los alcances posibles del periódico escolar de C. Freinet en la red virtual (E. Freinet, 1975). El paradigma de una educación democrática
mediada tecnológicamente, cuyo nudo constitutivo fue expresado como movimiento concreto por Célestin Freinet, tenía en cuenta dos dinamismos que partían de una necesidad preblematizada: la narración que expresaba el conocimiento de lo local en sus condiciones concretas y el intercambio con otras narraciones a través de un medio, el «periódico escolar». Una comunicación fuerte y densa cuya textura era la realidad histórico-cultural y el conflicto social de distintas zonas de Francia. El «periódico escolar», entonces, no era una actividad complementaria o una mera innovación en las formas de dar clases, sino una instancia que recuperaba la realidad textualizada en sus páginas.
Una primera cuestión es que (en el caso de Internet y el correo electrónico) el conocimiento de lo concreto (como resultante de múltiples determinaciones -incluso la tecnológica) es el requisito para escribir la página. "Escribir para ser leídos", que era el lema de la pedagogía Freinet, implica la paulatina conformación de una red de comunicación e intercambio sociocultural y no sólo de entornos interactivos. La segunda cuestión es que, si bien los «enlaces» (links) dan posibilidades de construir un hipertexto al usuario, las decisiones no pueden estar limitadas a un juego de enlaces. El verdadero «puente» (link) que enmarca la conexión virtual tendría que producir un sentido en cuanto acontecimiento de comunicación, conformando una red donde cada «sitio» (website) nombre virtualmente un «cuerpo real», un cuerpo concreto con sus condiciones materiales de orden histórico, geográfico, sociocultural, económico y educativo. En tercer lugar, la «correspondencia interescolar motivada» (que producía el sistema pedagógico del maestro Freinet) no debería agotarse en un evanescente E-mail lúdico, sino que tendría que potenciarse en la medida en que su materialidad representa la emergencia de nuevos escenarios micropúblicos. Escenarios micropúblicos que construyan su lenguaje de crítica y de esperanza, que se resistan a ser narrados por narrativas que nos están leyendo. "Escribir para ser leídos" implica hoy leer críticamente, que también es una aspiración por narrarnos a partir de las propias luchas materiales por la identidad y la dignidad, a partir de la memoria que amalgama las experiencias conformando una acumulación narrativa.
En lugar de construir formas particulares del universal, que se reafirman como mónadas de la totalidad o como localidades en la globalización, necesitamos cruzar las fronteras, ingresar a las regiones de diferencia cultural y desde allí, en una red densificada, nombrar el mundo.
Una (posible) conclusión
Vivir en una cultura mediática y bajo el imperio de la tecnicidad no significa renunciar a la subjetivación. Es cierto que los medios y las nuevas tecnologías han operado cruciales transformaciones en las percepciones y en el imaginario, las acciones, los modos de relacionarnos (la socialidad y la cotidianidad) y las expectativas colectivas. Estamos presenciando una erosión de los procesos simbólicos que catexian (reprimen, impiden) el cuerpo y la visión comunitaria. Pero pensar el cuerpo y la comunidad como un territorio de lucha, de conflicto y de contradicciones, y a la vez un lugar de encarnación de un arco de sueño social (McLaren, 1994) o de una heterotopía, debería alentar una política capaz de recomponer la trama de lo comunitario y de «des-erosionar» (des-catexiar) los cuerpos, imaginando una pedagogía capaz de quebrar políticamente los dispositivos de la tecnoutopía y capaz, a la vez, de alentar la heterotopía (cfr. Vattimo, 1990), construida desde una narrativa «poscolonial» que dé cuenta de las asimetrías, las injusticias y las nuevas y viejas formas de dominación, y que aliente una comunicación/educación transformadora. http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n16/jhuergo16.html

COMENTARIO

Este articulo nos muestra varias creencias que tienen los maestros en cuanto la relación de educación y tecnología, la mayoría piensa que por el hecho que tenemos cerca y el fácil acceso a la tecnología podemos mejorar la educación que tenemos.
Pero sin embargo puede que estemos en un error ya que el uso de tecnología no es muy bien utilizado porque aparte de buscar información para la escuela también existe información basura para nosotros u otro de los casos que por el fácil acceso que tenemos a ésta nos volvemos perezosos en buscar información en otros lugares (bibliotecas).

La tecnología ha generado avances dentro de la educación que hasta ha permitido que las personas estudien en línea sin tener que ir a la escuela. Al interior del Sistema Educativo, según los mandatos político-educativos neoliberales, y también en las trayectorias prácticas más particulares que trabajan la incorporación de las tecnologías en las escuelas, se refuerza una especie de sentido preferente. Normalmente, los proyectos significan «tecnificar la educación», o bien «escolarizar la tecnología», y refuerzan a su vez creencias las cuales tienen tres creencias:
* La primera creencia es la que anuda la incorporación de tecnologías en la enseñanza con el mejoramiento de la calidad de la educación.
* La segunda creencia es la del quiebre disciplinamiento distintivo de la escolarización y el crecimiento de la autonomía. Esto anuda a las nuevas tecnologías con los procesos de personalización, que significarían una fractura de la socialización disciplinaria y la elaboración de una sociedad flexible basada en información.
* La tercera creencia es la que sostiene que con las nuevas tecnologías en educación se logra una mayor transparencia comunicativa.
Y estas nos sirven para un mayor avance en la educación pues se van descubriendo nuevos métodos de enseñanza aprendizaje.

La implementación de las nuevas tecnologías en el campo de la educación ha generado una nueva forma de adquirir conocimiento, el cual es abierto para todo el público y esta forma de conocer debiera de erradicar cualquier tipo de ignorancia en el educando, pero debido al mal uso que nosotros le damos, no podemos realizar este ideal.

Para lograr que la gente, en este caso los estudiantes, se interesen por abrir esta puerta al conocimiento a través del uso de las tecnologías es necesario que antes de implementarlas en las escuelas se les capacite para usarlas y concientizarlos a hacer un buen uso de estas.

INTEGRANTES:
Jessica Beatriz Bautista Pacheco
Elizabeth Higuera Zenón
Areli Marlene Sánchez del Valle
Gloria Ivette Montaño Ortega