26 oct 2011

CIENCIA, EDUCACIÓN Y SOCIEDAD: UNA RELACIÓN COMPLEJA

Ciencia, educación y sociedad, tienen una relación estrecha y son factores determinantes para la competitividad y bienestar de un país, la educación superior representa un gran impulso para generar ciencia y tecnología, es conveniente precisar la diferencia entre ciencia y tecnología, la ciencia es un factor de cambio social y la tecnología es producto de la ciencia e instrumento de satisfacción de bienes y servicios. La trascendencia que tiene el apoyo gubernamental y privado para promover la investigación científica y conseguir el bienestar social, es fundamental. El acceso al conocimiento es un elemento básico para la competitividad de un país en el mercado internacional. Las naciones que dictan las políticas de mercado se sustentan en la ciencia, las empresas exitosas y que persisten, son aquellas que tienen tecnología propia. Los países con una deficiente articulación entre la ciencia y sociedad son entes dependientes y están a merced de las políticas neoliberales.
Es importante distinguir claramente a la ciencia de la tecnología y conocer lo que éstos significan para la sociedad, así pues la ciencia produce conocimientos, la ciencia juega un papel decisivo en la visión de los humanos, promueve cambios importantes como lo fue la Revolución Industrial del siglo XIX y la Revolución Informática. La tecnología es producto inmediato de la ciencia, la cual tiene como objetivo principal: generar bienes y servicios útiles a la sociedad. Viniegra sostiene la tesis: El desarrollo de la ciencia en nuestro país es un paso necesario para enriquecer nuestra cultura, permite a los ciudadanos desarrollar la habilidad de razonar y de resolver los problemas, además es un elemento fundamental para fortalecer la educación a todos los niveles.
La ciencia va más allá de lo comercial, la ciencia busca la comprensión entre los humanos. Las instituciones educativas son mediaciones básicas para vincular a la sociedad con la ciencia, son importantes porque es allí, donde se pueden producir la formación de investigadores que produzcan ciencia, la educación es un eslabón en la cadena entre el conocimiento y su aplicación a la sociedad. En conclusión,
para lograr el progreso de un país, es necesario: La generación del circulo virtuoso entre ciencia, tecnología y sociedad, que darán como resultado el bienestar común, a través de voluntad política y el financiamiento para la investigación y tecnología, factores fundamentales para un impulso sostenido y sustentable.
Podemos concluir, que aquellos países que invierten en investigación y producen tecnología tendrán entre otras cosas, un papel importante en el ámbito económico; los países que no inviertan en investigación científica no se desarrollarán económicamente y dependerán de las naciones que controlan el comercio mundial. Sin embargo, debemos de estar conscientes de que la tecnología no significa la felicidad para los hombres; la ciencia busca la razón y la verdad, en este orden de ideas, debemos de tener presente lo que menciona Viniegra: el desarrollo se mide como la capacidad que tiene una comunidad para organizarse para la generación del bien común y que ese bien se evalúa en las esferas de la salud, de la justicia y del disfrute de la belleza y el subdesarrollo sería la incapacidad de alguna comunidad para organizarse con el propósito de alcanzar el bienestar general.
CIENCIAS EN LA EDUCACION Y LA TECNOLOGIA
Hoy en día, enseñar contenidos CTS no resulta sencillo por la falta de preparación del profesorado en estos temas y la escasez de materiales curriculares e instrumentos de evaluación adecuados para llevar a cabo la enseñanza correspondiente. Centrándose en el primero de los problemas, este estudio compara las actitudes y creencias sobre los temas CTS del profesorado en ejercicio con las de futuros profesores en formación inicial. Sus respuestas a una selección de 35 cuestiones del Cuestionario de Opiniones sobre CTS (COCTS) se valoran con procedimientos de evaluación recientemente mejorados. Los resultados logrados por el profesorado en ejercicio son bastante parecidos a los alcanzados por los futuros profesores, tanto si se atiende a las diversas dimensiones abordadas en el cuestionario, como a las preguntas que componen cada dimensión. Esta semejanza se interpreta debido a la ausencia habitual de estos contenidos en la enseñanza de las ciencias experimentales en todos los
niveles del sistema educativo, lo que deja su formación en manos del currículo oculto o implícito y en lo que se transmite y divulga mediante la educación informal. En consecuencia, se aboga por la urgente inclusión explícita de los temas CTS en la formación inicial y permanente del profesorado, para que éste pueda estar en condiciones de contribuir más adecuadamente a mejorar e innovar la enseñanza de las ciencias con el fin de ayudar a todas las personas a conseguir una alfabetización científica y tecnológica más ajustada a sus necesidades. Palabras clave: educación en Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS), didáctica de las ciencias experimentales, actitudes y creencias CTS, evaluación del profesorado.
(El imaginario tecno utópico emergente y las creencias sobre las tecnologías en educación)
Algunos sostienen que las nuevas tecnologías estarían viniendo a renovar el paisaje escolar y a desarreglar los viejos procesos de escolarización; con lo que su incorporación en el sistema escolar podría revitalizarlo, superando la crisis de hegemonía de la escuela en la formación de sujetos.
También vienen a contribuir a reforzar un imaginario tecnoutópico emergente. Instalan la ilusión (presente en la historia de las comunicaciones) de que las redes tecnológicas producen una democracia directa, una comunicación social armoniosa y un mundo mejor; es decir, el sueño de que es posible re-ligar (con su carga «religiosa») la tecnología con la felicidad de la humanidad (Mattelart, 1995). Imaginario emergente que carga el remanente de un viejo imaginario dominante, que segrega a la tecnología de los procesos socioculturales y de los conflictos por el poder (Arendt, 1993), y que convierte al problema de la tecnología en un asunto de aparatos más que de operadores perceptivos y de destrezas discursivas; de modo que los medios y tecnologías aparecen como exteriores o accesorios a la comunicación, escamoteando el problema de las transformaciones en la cultura (Martín-Barbero, 1998).
Al interior del Sistema Educativo, según los mandatos político-educativos neoliberales, y también en las trayectorias prácticas más particulares que trabajan la incorporación de las tecnologías en las escuelas, se refuerza una especie de sentido preferente. Normalmente, los proyectos significan «tecnificar la educación», o bien «escolarizar la tecnología», y refuerzan a su vez creencias (que funcionan como prejuicios):
1. La primera creencia es la que anuda la incorporación de tecnologías en la enseñanza con el mejoramiento de la calidad de la educación. Este prejuicio ampliamente difundido condesa dos sentidos, al menos. En primer lugar, que la posibilidad de «hacer más rápido» que instalan las tecnologías en el quehacer educativo incide en el logro de competencias que son imprescindibles para acceder al nuevo mundo del trabajo. En segundo lugar, que por la vía de la inclusión de nuevas tecnologías en educación, por lo tanto, se logra una inclusión de los hombres en la sociedad actual (lo que contiene una perspectiva pedagógica no-crítica; Saviani, 1988).
Sin embargo, en los albores del siglo XXI nos encontramos con dos escenarios histórico-sociales que desafían a la educación: (i) un considerable número de analfabetos absolutos y funcionales en América Latina, como consecuencia del «único camino posible» y sus antecedentes que parece funcionar merced a situaciones crecientes de exclusión; (ii) una contradicción entre las posibilidad de alfabetizar tecnológicamente a nuestros pueblos y las condiciones de segmentación e injusticia social en que esa alfabetización ha de insertarse (lo que multiplicaría las situaciones de analfabetismo, exclusión social, selectividad e inequidad educativa). Es decir, asistimos a un tránsito compulsivo del analfabetismo lingüístico al alfabetismo tecnológico sin haber pasado por la alfabetización masiva y prolongada (Roncagliolo, 1997).
2. La segunda creencia es la del quiebre disciplinamiento distintivo de la escolarización y el crecimiento de la autonomía. Esto anuda a las nuevas tecnologías con los procesos de personalización, que significarían una fractura de
la socialización disciplinaria y la elaboración de una sociedad flexible basada en información. La autonomía, entonces, está desligada de imagen rigorista de la libertad, permitiendo el despliegue de la personalidad íntima y de lo privado, así como la diversificación de posibilidades de elección. Las nuevas tecnologías vendrían a des-dramatizar la relación educativa, por ubicar al educando frente a la máquina y al programa; lo que se articula con la creciente des-crispación de viejas posturas político-ideológicas, y con la reducción de la carga emotiva invertida en lo público y el aumento de las prioridades situadas en lo privado (Lipovetsky, 1990). El panorama se completa con las políticas de descentralización (que implican un descompromiso del Estado y un crecimiento de las iniciativas locales y regionales o particulares) y de autogestión (como sistema cibernético de distribución y circulación de información).
3. La tercera creencia es la que sostiene que con las nuevas tecnologías en educación se logra una mayor transparencia comunicativa. La tecnoutopía, al segregar la tecnología de la cultura, ha separado a la comunicación de los (confusos y opacos) procesos culturales, lo que ha contribuido a imaginar que es posible la construcción de redes de comunicación transparente. Así se ha reforzado la creencia de que la comunicación implica transparencia entendida como claridad, esto es, como lo contrario a la opacidad de los procesos socioculturales. El imaginario de transparencia proviene de por lo menos dos tradiciones que juegan como residuales en el escenario neoliberal (Huergo, 1997; 1999):
(a) La tradición representada en las propuestas de B. Skinner, en las cuales la información es el concepto clave, y el proceso de enseñanza y aprendizaje está condicionado por la eficacia en la transmisión de informaciones. ¿Cómo lograr esta eficacia en la transmisión de información?. Lo más efectivo para no perder información es el programa que está contenido en una máquina de enseñar.
(b) La tradición que encontramos en las propuestas de la UNESCO, orientadas por preocupaciones prácticas y políticas tendientes a desarrollar innovaciones en los métodos y las técnicas de enseñanza, como la incorporación de los medios y las
nuevas tecnologías; todo esto en el marco de la ideología desarrollista y funcionalista.
Pero la transparencia ha encontrado su límite. El «contrato» o «acuerdo» en base a la información ha demostrado su absoluta incapacidad humanizadora de las relaciones, de los encuentros, de la comunicación. Lejos de la armonía esperada, nos encontramos con el límite impuesto por una sociedad «depredadora» (McLaren, 1997) en la que las identidades se forjan violentamente, alrededor de los excesos en el marketing y en el consumo.
“En un mundo que evoluciona con rapidez, la educación científica y tecnológica es un instrumento importante para la consecución del desarrollo sostenible de esta sociedad globalizada”
CONCLUSION
Vivimos en una época de enormes transformaciones sociales, debidas en gran medida al desarrollo científico-tecnológico.
La educación debe preparar a las generaciones futuras para hacer frente a los problemas que plantean los progresos de la ciencia y la tecnología y para determinar qué aplicaciones serán beneficiosas y cuáles pueden ser nocivas. Asimismo, debe propiciar una “alfabetización tecnológica”.
La capacidad de generar conocimiento es reconocida como esencial, tanto para aprovechar el conocimiento universal como para producir innovaciones. De ahí que el fortalecimiento de los sistemas de ciencia y tecnología adquiera un papel fundamental en las políticas de desarrollo. Resulta necesario promover un desarrollo científico y tecnológico sólido y Sostenido, vinculado a un sistema educativo de calidad.
El impulso de la ciencia y la tecnología son aspectos fundamentales para el desarrollo de un país. México aunque ha buscado formas y mecanismos para impulsar el desarrollo en esta materia, no ha logrado dar avances importantes en
Estos rubros. Todo esto contribuye a la reflexión del papel de la escuela en la alfabetización científica y tecnológica de todo el estudiantado.
En síntesis, es de suma importancia incluir la alfabetización científica y tecnológica, en la educación, incluyendo la básica. Por ello, los docentes deben tomar consideración hacia la innovación pedagógica y el mejoramiento educativo.
PREGUNTAS

1.-¿La ciencia y la tecnología se podrán insertar completamente en la educación?
2.-¿Cuáles son los desafíos que enfrenta la sociedad para el desarrollo y ampliación del conocimiento?
3.-¿Qué acciones se deben tomar para, que los educacandos,puedan ser seres racionales con respecto a su realidad?

BIBLIOGRAFIA

1.-Viniegra, Gustavo. (2001) Ciencia, educación y sociedad. Anuario Educativo Mexicano: Visión Retrospectiva, Tomo I (Guadalupe Teresina Bertussi, Coord.). México, Universidad Pedagógica Nacional / La Jornada Ediciones. Pp.225-237.

2.- www.fusda.org/Revista10-6EDUCACION.pdf

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