¿Qué nos hace pensar y actuar como lo hacemos? Muchas veces nos encontramos emitiendo opiniones de lo que en otras ocasiones, tras una reflexión, no concordamos con ellas. En algunas ocasiones, nos damos cuenta de que no estamos seguros de lo que creemos sobre alguna cuestión controvertida; en otras, tenemos creencias muy sólidas sobre temas sociales importantes, sin estar conscientes de dónde emergieron esas creencias o por que las tenemos.
Este es un campo que ha adquirido mucha relevancia en las últimas décadas y que se ha integrado al ámbito de la investigación, especialmente por sus consecuencias. Tomemos por ejemplo a dos alumnos de una clase de álgebra que dialogan tras tener un examen o una prueba. Uno de ellos dice "bueno, yo no soy bueno para las matemáticas, porque en mi familia son todos pésimos para los números". En este caso, la creencia implícita es que el éxito en el manejo de los números es un tema genético. Ahora veamos la respuesta del otro alumno: "A mí, al principio me costaba, pero cuando comencé a asistir al laboratorio de matemáticas entendí bastante más y me ayudó a mejorar muchísimo". En el caso de este otro alumno, la creencia fundamental es que el éxito depende más del esfuerzo que de la habilidad, y que ésta puede variar en la medida que varía su esfuerzo.
En mi propia experiencia he asesorado a docentes para que administren el tema de las creencias como una plataforma básica para el aprendizaje. Desde el punto de vista sistémico, las creencias derivan desde la identidad, es decir, aplicado a este ejemplo, desde el quién soy que contiene en forma subyacente cada persona. Si la identidad es deficitaria, las creencias derivadas también lo serán como consecuencia de la determinación que ejerce la identidad sobre las creencias. Si un alumno se entiende a sí mismo como un "tonto", las creencias derivadas reforzarán esta actitud de "tontera" y, a su vez, dichas creencias ejercerán un impacto sobre las capacidades que crea tener cada individuo.
Por ello, es altamente recomendable que los docentes le otorguen importancia a este fenómeno. Es tanto o más importante que el estudiante comprenda y aclare sus teorías implícitas antes de proveer de conocimientos y estrategias. Una de las razones más poderosas para esto es que los estudiantes con distintas creencias implícitas difieren en cuanto a su voluntad para utilizar estrategias durante el aprendizaje. Otra razón poderosa es que las diferencias
de creencias se manifiesta en distintos modos de pensar y razonar. Los supuestos ocultos o invisibles que subyacen en nuestro pensamiento y conductas ejercen una influencia y un impacto muy fuerte.
Si las estrategias actuales se orientan a las competencias, tal vez la más relevante es entender las propias creencias respecto a sí mismo, a qué es importante y qué no y por qué. Este es el primer paso para formar personas con pensamiento crítico y capacidad de autoregulación.
Planteo esta temática en el ámbito de la formación académica, pero quiero agregar que es un tema pertinente no sólo en este ámbito, sino que también al interior de la formación familiar, y en el ámbito laboral (especialmente cuando se está realizando capacitación directa o indirecta), en el coaching, en el proceso terapéutico, en la formación universitaria, en los círculos de calidad, en los programas de emprendimiento, en el manejo adecuado de personas "vulnerables", etc. http://miradasistemica.bligoo.com/content/view/137574/El-rol-esencial-de-las-creencias-en-la-educacion.html
COMENTARIO:
Creo que tiene mucho que ver las creencias en la educación, pues a veces no sabemos el origen de estas ideas pero las implantamos y las queremos llevar en nuestras vidas sin ver la consecuencias que estas traen a futuro y mas que eso a nuestras generaciones.
Tenemos que saber que no hay otra cosa mas importante que el que nosotros experimentemos, observemos, y no hacer hipótesis como el ser buena o mala persona porque es de genética sino que debemos ser positivos y poner manos en marcha, quitarnos las telarañas, tener actitud para aprender nuevas cosas y ayudar a los demás a que encuentren este camino de (trabajo), pues muchos de nosotros no lo hacemos para ahorrarnos tiempo, y seguimos creyendo de los demás y ser conformistas.
Esto resulta que los jóvenes no estén seguros de las creencias y sean inseguros por tener tantos caminos; será como un barco que se lo lleva la ola asía la derecha e izquierda sin rumbo o un objetivo bien cimentado.
Tenemos una gran tarea, en el articulo nos invita a que ayudemos a nuestros jóvenes a no caer en las creencias y ser más críticos y auto regular la información, basándose en competencia y esforzarnos por trabajarlo en nuestros grupos que interactuamos; como en la familia, vecinos, escuela, el trabajo, etc. .
Posteado por: MARIA CRISTAL NAVARRETE CHAMU
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